Un sacerdote denunciado por su ayudante.

Un sacerdote en el pueblo donde servía como párroco buscó a alguien que sirva de ayudante y para ello fue una bella chica quien llego hasta la iglesia.

Pero como era sacerdote no tenía la capacidad para salir a caminar con la muchacha y solo la podía ver cuando estaba con él en la iglesia y de esto el párroco tenía una pista que ella no lo era fiel y que tan solo que revisando el email lo podía ver si ella era sincera.

Este  hombre que, revisando los mails de su ayudante descubrió que ésta le era infiel, deberá responder por cargos de invasión a la privacidad. 

Luciano, de 33 años, usó la contraseña de su empleada  en la laptop que compartían. Así leyó los mails de ella y se enteró de que estaba siendo engañado. Ella tenía un romance con otro hombre. Sin embargo el sacerdote debe presentarse a la Corte para responder en un juicio por invasión de privacidad. 

El estatuto 752.795 de las garantías penales  del Ecuador, dice que "una persona no deberá sin autorización hacer ninguna de estas cosas: acceder a una computadora, programa o sistema para adquirir, alterar, dañar o destruir propiedades". Esta es la primera vez que dicha legislación se utiliza en un caso doméstico. 

"El hecho de que compartieran la computadora y de que todavía vivieran juntos es un atenuante que favorece a Palter. Hay suficiente área gris allí como para no concluir en que fue una violación de privacidad", explicó Joker, un abogado de Loja reconocido nacionalmente como autoridad en cuestiones de privacidad electrónica. 

En su defensa el sacerdote indignado dijo: acudí a  doctor  para que me regule la emoción de salir con ella, por ya me denunció.


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