Una mujer de 75 años, moradora de Georgia, en la frontera entre Europa y Asia, fue detenida por un crimen curioso: ella dejo su país y más otro, Armenia, sin acceso a Internet por varias horas.
En marzo, la mujer excavaba un terreno en busca de metales que ella pudiese vender. Cuando vio un cable de fibra óptica, decidió cortarlo. Millares de personas quedaron offline durante horas hasta el restablecimiento de Internet.
Estudiantes creativos de Comunicación
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